Nos graduamos, y ahora qué?

El domingo 7 de junio de 2009 fue la graduación. En una emotiva ceremonia fuimos declarados graduados. El diploma indica que poseo una Maestría en Educación de la Universidad del Turabo. ¿La especialidad? Orientación y Consejería. ¿Y ahora qué? Atrás quedaron los informes, los análisis críticos, los exámenes, las reuniones en grupo y la ansiedad de saber las notas. Pero lo que no debe quedar atrás es el constante estudio, porque la próxima meta es la obtención de la licencia, y esa es, entonces la nueva ruta. Ese es el nuevo "qué".

El estudio para un nuevo consejero no debe limitarse a lograr pasar la reválida y obtener la licencia. El estudio no debe finalizar, nunca, porque a través del mismo logramos ser competentes.

Ed Neukrug (2007) en su libro The word of the counselor indica que un consejero competente tiene sed por el conocimiento. Desea examinar las nuevas tendencias, los últimos enfoques. Y esa sed se demuestra a través del hábito de estudio, de la lectura de revistas profesionales, del deseo de unirse a asociaciones profesionales, en fin de creer que la educación en un proceso de toda la vida. Por lo tanto, añade, ser competente es nuestra responsabilidad profesional y la necesidad de continuar nuestro proceso de aprendizaje.

Te invito, pues, a compartir tus experiencias para que ese aprendizaje no finalice.